Deberes en verano para los niños, ¿si o no?

Deberes en verano para los niños, ¿si o no? Es otra de las preguntas que nos asaltan en estas fechas cuando nos enfrentamos a las largas vacaciones estivales. Existe cada vez más trabajados y atrayentes libros de vacaciones de las diferentes editoriales. Este año he llegado a verlos incluso con temáticas. Mira que chulos los deberes de verano de Starwars.

Yo soy de la opinión de que unas vacaciones de tres meses es tan excesivo en todos los aspectos para los niños que si se para de trabajar la mente se habrá tirado por la borda gran parte del trabajo que se ha realizado durante el curso escolar. La vuelta al cole además se hace mucho más dura con este enorme parón.

Solo tenemos que verlo con los adultos. La mente es un músculo más a entrenar. Si por tu trabajo tienes que hacer cálculos cada día, apostaría que eres más ágil con los números que otra persona que no los hace de forma diaria. Simplemente es repetición, no tanto ya por inteligencia, que también ayuda, por supuesto.

Metodología educación

La imagen de la educación que tenemos los adultos en España es estar en una clase con cuarenta niños y pasar  horas y horas escuchando de forma pasiva lo que dice el profesor. Esto podría crearte aversión al colegio y todo lo que estuviera relacionado con ello. Digo «podría» porque a mí me encantaba ir al cole, me fascinaba el material escolar desde los lápices hasta los libros que forraba yo y no mis padres, o la flamante mochila nueva que caía algún año que otro.

Lo que estoy percibiendo a través del colegio de mis niños es que ahora la educación está cambiando para ser más activa gracias a la aplicación de la metodología llamada «trabajar por proyectos«. En este método el niño realiza una investigación, lo que le permite junto con sus compañeros contestar preguntas y resolver problemas. El niño tiene autonomía y capacidad de decisión en el desarrollo del proyecto. De esta forma que se está intentando evolucionar de educar «grupos» a educar «individuos», con las dificultades de aplicación en la práctica que esto lleva en clases de treinta niños y un solo profesor. Pero estamos en el buen camino y espero cada vez nuestros políticos decidan dotar de más recursos a la educación para que sea cada vez mejor.

Opciones de deberes de verano

Hacer deberes en verano o trabajar la mente no tiene por qué ser aburrido. Hay mucha oferta para buscar lo que sea más adecuado, ameno, estimulante para tu niño. Desde los Cuadernos Rubio de toda la vida según edad y temática, juegos de mesa como el ajedrez hasta aplicaciones para la tablet como Smartick. En esta aplicación el niño practica las matemáticas marcan él el ritmo al aplicarse metodologías de inteligencia artificial. En mi casa están suscritos los tres peques desde noviembre pasado a Smartick. Son sólo quince minutos al día. He observado que ha mejorado su capacidad de cálculo además de sus notas en matemáticas. Esto como lo cuantificable pero lo más importante es que consigue que les gusten las mates y se den cuenta que son útiles para muchas cosas de su vida. El secreto es de nuevo: repetición, repetición pero a través de ejercicios que sean retos.

Leer libros

Algo fundamental también es leer, ya sea en español o en inglés. De momento no me ha salido ningún niño que por si solo coja un libro y se ponga a leer. Esto me entristece pues os aseguro que no dejo de ofrecerles mil tipos de libros, comics, ya que mi marido y yo hemos sido grandes lectores. Opino que un buen libro supera mil veces la mejor película de la historia. Así que lo que hago es poner tiempos de lectura. Otros quince minutos en el momento que mejor nos venga a todos, y todos juntos, para que uno no me distraiga al otro.

Grupo estudio con los hermanos

Así que hacemos las mates y la lectura todos juntos en casa. Formamos un grupo de estudio entorno a la misma mesa. Yo también pinto Mandalas (es super relajante) o leo con ellos e intento dedicar tiempo a cada uno con lo que me pregunten, lo que me quieran mostrar. Desde la niña mayor al niño pequeño. Para que cada uno tenga la misma importancia. A los pequeños les motiva, les hace sentirse mayores, y mi niña mayor, que va teniendo tareas de más dificultad, se siente acompañada. Un total de treinta minutos al día de deberes. Ni un minuto más y luego a jugar o a lo que cada uno quiera. Yo soy afortunada de poder estar con ellos y poder compartir estos momentos.

Me gusta mucho la filosofía de vida de los americanos de realzar lo bueno que tiene cada uno y decírselo, recordárselo para así quitarles inseguridades. En nuestra sociedad española nos cuesta mucho hacer cumplidos cuando haces algo bien. En mi opinión debemos centrarnos en hacer lo que se nos da peor de una forma correcta y potenciar lo que realmente se nos da bien que es donde destacaremos.

La tele sólo en inglés

Yo la tele sólo se la dejo ver en inglés y un rato. Nada de pasarse las horas muertas frente al televisor y además seleccionan ellos lo que quieren ver. No se tragan lo que les echen. Lo sé, soy un poco rígida en esto, pero ya se han acostumbrado y no hay quejas. En casa se lo pasan bomba. El otro día montaron un bingo por iniciativa propia, por ejemplo. Es muy duro tener los niños seguidos pero gracias a ello luego tienen mucha complicidad y es un gustazo oirles divertise juntos. Todo el esfuerzo merece la pena.

Y sobre todo si un día no da tiempo a hacer los deberes porque ha habido otros planes, no pasa nada. Ya se harán otro día. ¿no crees? ¿que opinas tú si te hacen la pregunta deberes en verano?

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *